Jabón apícola artesanal: cómo hacerlo en casa y por qué tu piel (y el planeta) te lo van a agradecer

¿Sabías que podés hacer un jabón suave, nutritivo y lleno de propiedades usando ingredientes de la colmena y productos naturales que tenés en casa? Hoy te compartimos una receta para elaborar jabones de glicerina vegetal con cera virgen, miel, propóleos, sal marina y arcilla, ideales para mimar la piel sin químicos agresivos. ¿Por qué hacer jabones caseros?

Porque sabés exactamente qué le estás poniendo a tu piel. Los jabones industriales suelen contener detergentes agresivos, fragancias artificiales y conservantes sintéticos. En cambio, un jabón artesanal bien hecho limpia y cuida, sin alterar el equilibrio natural de la piel.

 Receta para jabón apícola (rinde aprox. 6 jabones de 90 g)

Ingredientes (por 540 g de mezcla total):

IngredienteCantidad
Glicerina vegetal500 g
Cera de abejas virgen21,6 g
Miel cruda10,8 g
Aceite de coco virgen16,2 g
Extracto de propóleos al 30%5,4 ml
Arcilla (blanca, verde o serrana)5,4 g
Sal marina10,8 g
Aceite esencial de árbol de té2,7 ml

Rinde 6 jabones de 90 g aprox.


 Paso a paso:

  1. Cortá la glicerina vegetal en cubos pequeños y derretí a baño María sin que hierva.

Agregá la cera de abejas virgen, rallada o picada, y remové hasta que se integre completamente.
 La cera virgen no está procesada, conserva compuestos antiinflamatorios y protectores, ideales para cuidar la piel de forma natural.  

Evitá usar cera industrial o blanqueada: ha sido refinada químicamente, pierde buena parte de sus propiedades y puede contener residuos no deseados. Podés conseguirla de apicultores locales: preguntá en tu zona.

  1. Sumá la miel cruda, el aceite de coco y la sal marina. Mezclá suavemente.
    La sal marina exfolia, remineraliza y estimula la circulación, además de aumentar la dureza del jabón.
  2. Retirá del fuego. Con la mezcla tibia, incorporá el propóleo, el aceite esencial y la arcilla que prefieras:
    • Blanca (Caolín): ilumina y suaviza, ideal para pieles sensibles o maduras.
    • Verde: purificante, para pieles grasas o con acné.
    • Serrana (de Córdoba): rica en minerales, hidrata y regenera.
  3. Verté en moldes y dejá enfriar 24 h antes de desmoldar. ¡Y listo!

 ¿Y si no tengo todo eso?

No te preocupes. Esta fórmula es flexible. Hacer jabones artesanales es como cocinar: usás lo que tenés a mano, lo que conseguís en tu zona, y lo adaptás a tus gustos o necesidades.

Si no conseguís alguno de los ingredientes, podés reemplazar o ajustar:

  • Glicerina vegetal vs. glicerina sintética:
    Usamos glicerina vegetal porque es biodegradable, renovable y más amigable con el planeta (proviene de aceites vegetales como soja, coco o palma).
    La glicerina sintética, en cambio, se elabora a partir de propileno (un derivado del petróleo). Aunque su uso está aprobado en cosmética, preferimos la vegetal por su menor impacto ambiental.
  • Podés cambiar el aceite esencial por lavanda, naranja o romero, según lo que tengas.
  • Si no tenés propóleo, hacé una versión más suave con solo miel y cera.

 ¿Por qué elegir ingredientes apícolas?

Porque la colmena es un verdadero tesoro de la naturaleza.
La cera de abejas, la miel y el propóleo se usan desde tiempos antiguos para proteger, sanar y nutrir la piel. No es solo saber popular: la ciencia moderna respalda sus propiedades antimicrobianas, cicatrizantes y regeneradoras

 ¿No tenés tiempo?

Sabemos que a veces la rutina no lo permite. Por eso, si no podés hacer tus jabones, nosotras los hacemos por vos. Con los mismos ingredientes que ves acá. Naturales, puros, hechos con amor.

 Artesanales, conscientes, conectados con la naturaleza.

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